¿Sabías que uno de los elementos que hacen que ahorres en la factura de la luz al final de mes es la pintura? Sí, estás leyendo bien. El color de nuestras paredes es uno de los factores que influyen en la energía de nuestra vivienda.
De hecho, hay estudios científicos que hay revelado que la pintura, en concreto la térmica, puede llegar a ahorrar hasta un 40% de energía al no necesitar el uso del aire acondicionado en los meses más cálidos o la calefacción en invierno.
Utilizar colores apropiados al pintar tanto el interior como el exterior de nuestra casa conlleva beneficios en la reducción de las emisiones de CO2 y en la disminución del consumo de energía. Por esto, en este artículo, te contamos cómo elegir un color que vista tus paredes, pero también, ayude a ahorrar.
La pintura blanca: la gran aliada
En la actualidad, cada vez más personas se suman a la tendencia de la eficiencia energética. Sin embargo, es común que no estén al tanto de cómo el color de la pintura en paredes y muebles puede influir en sus costes de energía.
Las paredes blancas son las grandes aliadas. ¿Por qué?
La pintura blanca para paredes, o tonos claros, ayuda a absorber la energía solar y reflejan la luz mejor durante el día, a diferencia de los colores más oscuros. Esto se traduce en que se disminuye considerablemente el uso de energía en nuestro hogar durante el día.
Además de no usar la luz artificial durante gran parte del día, los colores claros en las paredes también proporcionan un espacio más fresco y mantener la temperatura.
¿Podemos escoger tonos oscuros?
Los colores oscuros pueden ser recomendados, especialmente en áreas carentes de ventanas que permitan la entrada de luz natural. Tonos como el gris o el marrón, tienen la capacidad de reflejar mejor la luz artificial, iluminado mejor las zonas.
En lugares donde la luz natural es limitada o incluso inexistente, como pasillos interiores, baños sin ventanas o habitaciones sin acceso directo al exterior, la elección de colores oscuros puede tener un impacto positivo en la percepción del espacio.
Además de la mejora en la iluminación, los colores oscuros también pueden aportar una sensación de calidez y profundidad a los espacios interiores.
La pintura térmica
Como hemos comentado anteriormente, hay una pintura que puede reducir hasta un 40% la factura de energía: la pintura térmica.
Se ha convertido en un recurso con propiedades aislantes que contribuye a mantener una temperatura confortable en el interior de un entorno. Su capacidad de aislamiento actúa tanto para conservar el calor en invierno como para repeler el calor en verano, lo que la convierte en una herramienta versátil para regular las condiciones climáticas.
Entre otra de sus ventajas, encontramos:
- Es antihumedad y antimoho
- Su versatilidad hace que pueda aplicarse en diversas superficies (vigas, paredes, tuberías…)
- Gran parte de las gamas son ecológicas, ya que su formulación están elaboradas con productos orgánicos.
¿Qué pintura elegir en exteriores?
Cuando en 1997, el premio Nobel de Física, Steven Chu, propuso pintar las fachadas exteriores de las casas y las carreteras de colores claros o blancos para luchar contra el cambio climático, empezó una nueva era para la pintura.
A partir de entonces, podemos ver que hay más casas con fachadas blancas y es que, como pasa en los interiores, se evita la emisión de CO2 que producen los colores oscuros al absorber el calor.
Ahora ya sabes cómo ahorrar gracias a la pintura. Pero, ¿dónde puedes conseguirla? En Decobric Santafe podrás encontrar una amplia variedad de pintura para exteriores e interiores. ¡Nuestros profesionales te asesorarán y encontrarán el material que más se ajusta a tus necesidades!